En la adversidad siempre
encuentro a Dios en vos.
Un gesto tuyo me alinea
al camino correcto de la
felicidad.
Vos eres una recompenza
para mi espíritu.
Llegaste como un rayo de
luz en mi oscuridad.
Antes de ti no sabia lo que
era la bondad y el amor
incondicional de un amigo.
Con vos he aprendido a
sonreír nuevamente y
a tener esperanza de un
mundo mejor.